En la respiración holotrópica, el efecto ampliador de la consciencia producido por la respiración se ve mejorado mediante el uso de la música evocativa.
Al igual que la respiración, la música instrumental y otras formas de tecnología sonora – la percusión monótona, las vibraciones y el canto – se han utilizado a lo largo de los siglos, o incluso milenios, como herramientas primordiales en la práctica chamánica, los rituales de sanación y los ritos de paso de muchos lugares del mundo.
De forma independiente, muchas culturas pre- industriales han desarrollado ritmos de percusión que en los experimentos llevados a cabo en laboratorios occidentales tienen efectos demostrables sobre la actividad eléctrica del cerebro.
Los archivos de los antropólogos culturales contienen numerosos ejemplos de métodos inductores del trance, de un poder extraordinario, que combinan la música, la percusión, las voces humanas y el movimiento corporal.
En la mayoría de las culturas, la música se ha utilizado específicamente con propósitos curativos en el contexto de complejas ceremonias.
Los rituales de sanación navajos llevados a cabo por cantantes adiestrados poseen una complejidad extraordinaria que se ha comparado con los guiones de las operas wagnerianas. Las danzas trance de los Kung Bushmen del desierto africano del Kalahari poseen un poder curativo sorprendente, tal como se ha documentado en muchos estudios antropológicos y películas (Lee y DeVore, 1976; Katz, 1976).
El potencial curativo de los rituales sincréticos religiosos del Caribe y Suramérica, como la santería cubana o la umbanda brasileña, es reconocido por muchos profesionales de dichos países que poseen una educación médica occidental. Ejemplos notables de curación psicosomática y emocional se han descrito también en encuentros de grupos cristianos que utilizan música, cantos y danza, como los llamados Snake Handlers (Gente del Espíritu Santo) y los miembros revivalistas de la Iglesia Pentecostal.
Algunas tradiciones espirituales han desarrollado tecnologías de sonido que no sólo inducen un estado general de trance, sino que tienen efectos específicos sobre la consciencia, la psique humana y el cuerpo. Así las enseñanzas indias, que describen conexiones específicas entre ciertas frecuencias acústicas y los chakras individuales. Mediante el uso sistemático de este conocimiento, es posible influir en el estado de la consciencia de un modo predecible y deseable.
La antigua tradición india conocida como nada yoga, o el camino de la unión con el sonido, posee la reputación de mantener, mejorar y restaurar el equilibrio emocional y psicosomático, y la salud física y el bienestar. Según el antiguo texto indio Swara Sastra, cantar ciertos cantos con una devoción plena y una pronunciación adecuada puede afectar los canales de energía en el cuerpo sutil (nadis y chakras) y tener un efecto positivo en el fluir de la energía vital y en el riego sanguíneo.
Representantes de la tradición conocida como Raga Chikitsa (sanación a través de las ragas) sostienen que ciertas ragas pueden utilizarse para curar enfermedades concretas: Pahadi Raga tiene una influencia positiva sobre los problemas respiratorios, Raga Chandrakuns sobre las enfermedades del corazón; Raga Bhupali y Raga Todi puede bajar la tensión arterial y , a la inversa Raga Aswari puede elevar la tensión arterial.
La música cuidadosamente seleccionada sirve para funciones importantes en los estados holotrópicos de consciencia. Moviliza las emociones asociadas con los recuerdos reprimidos, los lleva a la superficie y facilita su expresión.
Ayuda a abrir la puerta al inconsciente, intensifica y hace más profundo el proceso de sanación y proporciona un contexto significativo para la experiencia. El fluir continuo de la música crea una ola conductora que ayuda al individuo a pasar por las experiencias impasses difíciles, a superar las defensas psicológicas, a entregarse y a soltar.
En las sesiones de respiración holotrópica, que normalmente se llevan a cabo en grupo, la música posee una función adicional importante: encubre el ruido producido por los participantes y se mezcla con ellos de forma compleja y estética.
Para utilizar la música como catálisis para la autoexploración profunda y el trabajo experiencial, es necesario aprender un nuevo modo de escuchar música y relacionarse con ella, que suele ser algo ajeno a nuestra cultura.
A menudo empleamos la música como un trasfondo acústico que tiene poca importancia emocional. Los ejemplos típicos son el uso de la música popular en fiestas o la música que emiten los grandes almacenes y lugares de trabajo. Un enfoque distinto utilizado por audiencias sofisticadas es la escucha atenta y disciplinada de música en teatros y salas de conciertos. El modo elemental y dinámico de utilizar la música característico de los conciertos de rock se acerca al uso de la música en la respiración holotrópica.
Sin embargo, la atención de los participantes en dichos acontecimientos es normalmente extrovertida y carece de un elemento que es esencial en la aotoexploración holotrópica o la terapia: una concentrada introspección sostenida.
En el trabajo con estados holotrópicos de consciencia, es básico rendirse completamente al fluir de la música, dejar que resuene por todo el cuerpo y responder a ella de un modo espontáneo y elemental.
Lo que incluye manifestaciones que serían impensables en una sala de conciertos, donde incluso llorar o toser se consideran una molestia y causan embarazo. En respiración holotrópica, debemos expresar totalmente lo que la música nos traiga, ya sean fuertes gritos, reír, balbucear, ruidos de animal, cantos chamánicos o hablar en lenguas diversas. Es también importante no controlar ningún impulso físico, como hacer muecas extrañas, movimientos sensuales de la pelvis, estremecimientos violentos o contorsiones fuertes de todo el cuerpo.
Naturalmente, esta regla tiene excepciones: el comportamiento destructivo dirigido hacia uno mismo u otros, y hacia el entorno físico no están permitidos.
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Los principios básicos del uso de la música en respiración holotrópica y el criterio para la selección de piezas específicas para varias fases de las sesiones fueron formulados por Christina. Su padre era músico y la música había sido una pare importante de su vida desde su infancia; heredó el oido de su padre y su profundo interés por el lenguaje universal.
Si la respiración holotrópica se utiliza sin música, la experiencia sigue una trayectoria natural que se parece a la curva de un orgasmo; la intensidad de las emociones y las sensaciones físicas alcanza un punto culminante y luego remiten, incluso si la persona sigue respirando rápido. Esto proporciona los principios que guían la selección de la música de las sesiones.
Dr. Stanislav Grof PhD. En el Libro “La Respiración Holotrópica”
Stanislav Grof M.D., es un psiquiatra con más de 60 años de experiencia en la investigación de los estados no ordinarios de consciencia. En el pasado fue jefe de investigación psiquiátrica, en el centro de investigación psiquiátrica de Maryland. Fue también profesor asistente psiquiatría en el John Hopkins en la Universidad de Baltimore y escolar en residencia en el Esalen Institute en el Big Sur, CA. Actualmente es profesor de psicología en el Instituto Californiano de Estudios Integrales (CIIS) en San Francisco California, donde conduce formaciones profesionales en programas de Respiración Holotrópica y Psicología Transpersonal, y da charlas teóricas y seminarios a través del mundo. Es uno de los fundadores y teórico principal de la psicología transpersonal y es el presidente fundador de la Asociación Transpersonal Internacional (ITA). El 2007 recibió el prestigioso premio “Vision 97”, de la fundación Václav y Dagmar Havel en Praga. Entre sus 20 libros destacan Psicología Transpersonal, Psicoterapia con LSD, El Juego Cósmico, Psicología del Futuro, El Viaje Definitivo, Cuando Ocurre lo Imposible, y Sanando Nuestras Heridas más Profundas.